Kagebe, la web desinformada

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Ya están aquí...

Suena el despertador. No aciertas a apagarlo. Se cae y se rompe en pedazos. El café sabe raro: has confundido el bote de la sal y del azúcar. El corazón te late más fuerte y rápido de lo normal. Te haces un corte en la cara mientras te afeitas. ¿Qué está pasando? ¿Cómo puedes estar tan nervioso, te preguntas? Siglos de evolución no han sido en vano. El organismo está alerta, sabe que:

Viene la familia

Huida

No temas. Hemos recopilado una serie de consejos para superar este duro trance.

1 Guardar todas las fotografías en un lugar de difícil acceso.

A partir de una foto pueden comenzar conversaciones que duren más de lo debido. Es muy típico que al ver la foto en la que estás vestido con el traje de comunión, se escuchen comentarios como: "Mira, parece que fue ayer. ¿Recuerdas que mojaste el pantalón, Venancio?. ¡Qué mono estabas!, tan colorao como un tomate porque te habías hecho pis encima...". O aún peor: "Tengo la foto de la boda de Marianito, de Arturito, de Vanesa... ¿Y tú, ya tienes novia, niño?.

2 Almacenar en el trastero vajillas, cubiertos y otros utensilios para comidas de etiqueta (sí, el ajuar del comedor).

Es preferible tener una buena provisión de vasos, platos y cubiertos de plástico.

"¡Caray!. ¿No es esta bandeja igual que la de Lorenita?. Así que el tío Teodoro sólo nos ha dejado a nosotros sin la cubertería..."."Estos vasos están sucios. ¡Claro, si en esta casa hubiera una mujer, otro gallo cantaría...".
3 Donar las bebidas alcohólicas al vecino del tercero.

"Venga, pon una copita a tu tito y cuéntame que quieres ser de mayor". Ahora un gesto tuyo de disculpa y un "lo siento, se me olvidó que venías hoy" por tu parte es posible que sea contestado por un conveniente "vámonos al bar, invito yo, seguro que estás sin blanca, como de costumbre..." Este truco tiene un inconveniente: hay familiares que no se sienten cohibidos por ridiculizarte en público.

4 No comentar tus problemas de salud durante la visita.

Cuidado. Pudieran tomarlo como una invitación a visitarte todos los días. "Te traigo la imagen de San Batracio, que es mano de santo para los dolores de cabeza.""Pasaba por aquí y te he comprado un litro de aceite de ricino; verás que bien te encuentras después..." "Si no vivieras solo, ahora tendrías una persona cuidántote".

5 Cuidado con los niños.

Esta regla requiere de unas dotes de autocontrol extremadamente altas. No regañes a los peques hasta que no hagan una trastada grande: meter tu teléfono móvil en la pecera, tirar tu disco de vinilo de Supertramp por la ventana para ver si vuela como los superhéroes... Peor aún es hacer carantoñas a los peques y que les guste: serás recompensado con el nombramiento de canguro oficial del reino.

6 Protege a tu mascota.

Ten cuidado con tu más fiel amigo. Debes recordar el eslogan: "Él no lo haría". Es decir, que tú tengas que aguantar los besos, los pellizcos en los mofletes, las palmadas amistosas en la espalda, los abrazos, etc., de los familiares es normal; pero traspasarle esa responsabilidad al pobre perro, al gato, al pececito tropical e incluso a una tarántula gigante se podría considerar como maltrato por cualquier sociedad protectora de animales y plantas. Avisado quedas.

7 Consejo final.

Busca un empleo que te ocupe mucho tiempo: conductor del autobús Badajoz-Moscú, representante de comercio, azafato de una compañía aérea, vigilante doblaturnos... En caso de no poder lograr cumplir esta regla, un buen remedio es dejar de pagar el alquiler del apartamento, comprar una autocaravana y hacerte nómada.

Alea jacta est.

30.12.2007. 16:05